Es una de las primeras playas por visitar, para quienes viajan del Pacífico Central hacia el sur. Es una extensa y ancha franja, de 12 Km de longitud, de arena oscura, ubicada entre la alucinante boca del río Naranjo y la desembocadura del río Savegre, reconocido como el río más limpio de Centroamérica.
El acceso es por caminos rústicos, de servidumbre, pero su exploración vale la pena, por la oportunidad de disfrutar caminatas de observación de la flora y la fauna, aprovechar el sol, el amplio espacio para el descanso y practicar deportes, como la pesca.