El Monumento Nacional representa el día cuando los costarricenses con Juan Santamaría a la cabeza vencieron en la guerra contra los filibusteros en Nicaragua en 1856. Es un símbolo de la lucha centroamericana contra el invasor extranjero. El Monumento se ubica en el Parque Nacional en la capital San José.
La develización del Monumento Nacional se hizo el 15 de setiembre de 1895 y estuvo a cargo del presidente de la República, Rafael Iglesias. Sirvió para mostrar a los costarricenses y delegados centroamericanos el potencial militar del gobierno y la riqueza de la Costa Rica liberal de aquella época.
La obra fue ejecutada en bronce, sobre un pedestal, con siete figuras en representaciones de las cinco Repúblicas de América Central -Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador- uniéndose para defender su territorio y rechazar la invasión personificada por William Wálker; la séptima figura es un soldado muerto.
En el centro del grupo, a mayor nivel, Costa Rica se yergue, enarbolando el pabellón nacional tiene el bonete frigio, símbolo de la libertad. Sostiene a Nicaragua con la espada rota y el rostro velado que simboliza el duelo por la ocupación.
Sin embargo, con la otra mano en la bandera, Costa Rica indica el camino a las demás repúblicas hermanas.
Es la figura proa del Monumento, que recuerda el liderazgo costarricense durante la Campaña Nacional. En cuanto a las armas, Guatemala empuña el hacha, El Salvador una espada y Honduras flechas con el escudo, que significa resistencia.
Todas esas armas, indígenas y coloniales, simbolizan la historia unitaria de Centroamérica, y motivan la unión de la Patria Grande contra el invasor, Walker, que, doblegado por la arremetida, huye, con el fusil en mano.
Los cuatro bajorrelieves del pedestal representan:
- La batalla de Santa Rosa (20 marzo de 1856).
- La batalla de Rivas (11 abril 1856, episodio de Juan Santamaría).
- La toma del río San Juan.
- Los jefes de la campaña nacional centroamericana alrededor del presidente Juan Rafael Mora Porras.
Además, adornan el pedestal, escudos y fasces, que simboliza la justicia.
El Monumento Nacional se terminó en París en 1891 y, por lo tanto, lleva la siguiente inscripción: «Louis Carrier Belleuse, 1891».